SIEGFRIED MEIR: "No creo en el ser humano después de haber visto lo que pasaba en Auschwitz" En Auschwitz su padre y su madre fueron separados y él pudo permanecer junto a su madre, hasta que ésta falleció de tifus, mientras ella trabajaba, él evitaba a las guardianas nazis ocultándose en el fondo de las literas de la barraca. Una vez se quedó sólo, también enfermo de tifus, decidió presentarse ante la SS. Su físico, rubio y con ojos azules, le salvó de una muerte segura puesto que a los nazis "les hice gracia". "El único trauma que me queda es que no puedo escuchar hablar alemán, aunque no tengo ningún odio hacia ellos. No culpo a los hijos de lo que hicieron sus padres. El idioma me recuerda tantas cosas desagradables, que no lo soporto", reconoce. "Cuando llegamos al campo de concentración, a mi madre la desnudaron y le rasuraron todos los pelos del cuerpo y todo en presencia de los nazis, que se burlaban de las mujeres. Mi madre era muy relig...